Además de mirar directamente la correa para identificar signos de daños físicos, como abombamiento, grietas o malformaciones, preste atención al funcionamiento de su vehículo. El ruido suele ser un indicador de que la correa está en mal estado o de que existe algún problema con la servo dirección o con el aire acondicionado. Su vehículo podría incluso sufrir un recalentamiento debido a una correa que estuviera en mal estado o gastada.