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Correas dentadas: 3 señales de falla

A menudo se le llama “correa descuidada”, pero puede causar daños graves si se pasa por alto. Es la correa de distribución, responsable de crear armonía entre el cigüeñal y el árbol de levas para que el motor funcione sin problemas. Es importante revisar la correa de distribución y cambiarla a intervalos regulares de mantenimiento. Si se rompe, es muy probable que arruine el motor y cause al conductor con un gasto enorme. Tenga cuidado con estos signos reveladores que indican que la correa de distribución puede ser la culpable:

  1. El vehículo no arranca: cuando una correa de distribución se rompe o se sale por un solo diente, se producirán daños en el vehículo y el motor, lo que a menudo hará que el vehículo quede inoperable hasta que se repare.
  2. Ruido: a nadie le gusta quejarse, pero los ruidos son una señal de que un automóvil literalmente le está «hablando». Cuando la correa de distribución o los componentes que la rodean comienzan a desgastarse, se puede escuchar un ruido debajo del capó. Ya sea un zumbido, un siseo, un traqueteo o un chasquido, no lo ignore. El ruido inusual que se escucha cada vez que el motor está en ralentí es a menudo una indicación de que los cojinetes de la polea están desgastados y que la correa puede dañarse pronto.
  3. Sobrecalentamiento: el mantenimiento deficiente del cambio de aceite puede hacer que el árbol de levas se agarrote y rompa la correa de distribución.

Consulte siempre el manual del propietario del vehículo para conocer las recomendaciones de intervalos de mantenimiento y, si desea algunos consejos y herramientas sobre cómo facilitar el reemplazo de la correa de distribución, consulte este vídeo