Cuando una correa se rompe rápidamente después de su instalación, puede deberse a una de estas cuatro razones:
- No estaba asentada al 100 % en una polea.
- Los cojinetes desgastados de la polea han causado que la correa se «saliera» de la superficie de la polea.
- Una polea dañada podría haber ‘cortado’ la correa.
- Un tensor en mal funcionamiento ha causado la desalineación de la correa y, posteriormente, daños en la misma.
Asegúrese de comprobar la tensión y el encaje antes de terminar la tarea que esté llevando a cabo y, siempre que reemplace una correa, acuérdese de cambiar la polea y el tensor para evitar problemas de esta índole.