Los sistemas de transmisión difíciles han tenido un impacto en el diseño de las correas en serpentín

Las correas en serpentín han cambiado significativamente a lo largo de los últimos 25 años. Los vehículos solían tener varias correas en serpentín que solo tenían hasta cuatro puntos de contacto. Hoy, en cambio, las correas en serpentín pueden tener hasta 10 puntos de contacto, lo que crea sistemas de transmisión muy complicados.

Los fabricantes de equipos originales continúan añadiendo accesorios a estos sistemas a fin de encontrar maneras más eficientes de accionarlos, y es con esta finalidad precisamente que han pasado de montar varias correas a una sola correa para todos los accesorios. Esto ha sido posible gracias a la colaboración con fabricantes de correas como Dayco, cuyos proyectos han permitido desarrollar una tecnología capaz de responder a requisitos de cargas altas y de proporcionar una mayor durabilidad en condiciones de temperaturas extremas.

Las ventajas de las correas de EPDM

Las correas en serpentín de hoy están hechas para durar más que sus predecesoras. Esto es posible principalmente a que han dejado de ser de caucho de neopreno (que por lo general ofrecía una durabilidad de 50 000 a 60 000 millas o 80 000 a 90 000 km) y han pasado a fabricarse con EPDM (monómero de etileno propileno dieno). Las correas diseñadas con EPDM ofrecen una mayor elasticidad y son menos propensas a agrietarse, lo que también significa que son más duraderas (90 000 millas/144 000 km o más).

Las correas de EPDM y los problemas con el ruido

Aunque las correas en serpentín de EPDM presentan muchas ventajas, son también de naturaleza más rígida que los compuestos de neopreno, lo que significa que pueden ser menos resistentes a las pequeñas desalineaciones de las poleas que, a su vez, y en caso de no corregirse, pueden causar ruidos en la misma correa. Esta es una de las varias razones por las que los ruidos son la queja principal hoy en día, especialmente en zonas con climas fríos. Si una correa nueva produce un ruido, la mayor parte del tiempo NO será culpa de la correa sino de una desalineación o de algún otro problema relacionado con la tensión. Una inspección en profundidad nos ayudará a identificar el culpable.

El mantenimiento de la correa en serpentín

En las correas de EPDM, las inspecciones relacionadas con el desgaste de la correa deberían empezarse a realizar a partir de las 60 000 millas (80 000 km), mientras que los componentes desgastados deberían reemplazarse tras 90 000 millas (144 000 km). Si por un lado podemos decir, pues, que los nuevos sistemas de transmisión únicamente necesitan una sola correa, por el otro deberemos reconocer que si una correa falla, por norma general el vehículo dejará de funcionar. Así que asegúrese de explicar bien a sus clientes la importancia que en estos casos tiene ser proactivo.