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Mantenimiento adecuado del sistema de refrigeración de un automóvil

Seleccionar la fórmula y la proporción correctas es esencial si realmente deseamos evitar que las piezas del sistema se averíen.

Purgar y volver a llenar el sistema de refrigeración con el refrigerante OE recomendado es extremadamente importante, tanto si está llevando a cabo el mantenimiento del sistema de refrigeración como si está cambiando una bomba de agua. En última instancia, esto le ayudará a evitar cualquier tipo de avería prematura.

Los refrigerantes han cambiado drásticamente a lo largo de los últimos 20 años. En 1996, todos los vehículos modernos empezaron a usar refrigerantes ácidos orgánicos (OAT) con GM DexCool. Desde entonces, la mayoría del resto de fabricantes adoptaron los refrigerantes OAT. Los fabricantes de vehículos asiáticos usan una versión llamada PHOAT, que es un OAT fosfatado híbrido. No obstante, los refrigerantes de silicato todavía equivalen a casi un 60 % de todas las ventas de anticongelantes, cuando las estimaciones realizadas sugieren que esa cifra debería estar alrededor del 20 %. Eso significa que es muy probable que una gran cantidad de tareas de mantenimiento se estén llevando a cabo con el refrigerante incorrecto.

El papel de los inhibidores en los anticongelantes/refrigerantes

Los inhibidores son de suma importancia en la formulación del refrigerante, ya que ayudan a proteger el sistema de refrigeración y otros componentes contra la cavitación, la erosión, la corrosión, la oxidación y la espumación. No es solo la calidad de los inhibidores que se emplean, sino que también es cuestión de la cantidad y de la mezcla de cada uno de los inhibidores que proporcionan el último nivel de protección al sistema de refrigeración. Los inhibidores equivalen a entre un 1,5 % y un 4 % del concentrado dependiendo de si son compuestos inorgánicos, orgánicos o una combinación de ambos.

Todos los inhibidores de los refrigerantes de llenado en fábrica de OE tienen un cierto nivel de protección dentro de un período de tiempo o de un kilometraje. La duración de la protección puede verse afectada por influencias externas como la calidad del agua, el recalentamiento, la contaminación o la sobreconcentración de inhibidores.

Cuando se usa un refrigerante de tecnología ácida inorgánica en vehículos actuales, y no se cambia el refrigerante dentro de una programación de mantenimiento adecuada, los inhibidores podrían agotarse después de unos años sin utilizarse. Esto podría generar corrosión, óxido y otros sólidos en el sistema de refrigeración. Estos sólidos pueden ser abrasivos para los diseños de los sellos de las bombas de agua y acabar causando el reemplazo prematuro de la bomba de agua. La presencia de sólidos en el sistema de refrigeración también pueden causar depósitos en los intercambiadores térmicos calientes, lo que a su vez podría provocar una transferencia térmica deficiente, un recalentamiento localizado y reparaciones innecesarias.

Proporción de anticongelante/refrigerante en relación al agua

Cuando se usa en un vehículo, la concentración de refrigerante se mezcla con agua a una relación de entre el 40 % y el 60 % para obtener la mejor protección del punto de congelación, el mejor control de ebullición y la mejor transferencia térmica. En un refrigerante totalmente concentrado o con una premezcla del 50/50, los inhibidores son un diferenciador clave de efectividad para la protección contra la corrosión.

En los EE. UU., la mayoría de fabricantes de equipos originales llenan sus vehículos con un proporción de agua y refrigerante del 50:50. Por norma general, estos recomiendan no superar una relación de 40:60. En climas marcados por temperaturas extremadamente frías, la relación de refrigerante y agua puede ser de 30:70 respectivamente. No obstante, si por error formulamos una relación que incluya menos de un 30 % de refrigerante, el vehículo podría acabar presentando un aumento de puntos de congelación y un menor número de puntos de ebullición. Otros problemas podrían ser la corrosión del metal, la potencial cavitación de la bomba de agua, la erosión y el recalentamiento localizado.

También podrían surgir problemas cuando la relación incluye más de un 70 % de refrigerante, como por ejemplo una transferencia térmica deficiente, un aumento de los puntos de congelación y un incremento de las temperaturas en los metales, lo que también podrían causar un recalentamiento localizado. Además, el vehículo podría acabar experimentando una precipitación de aditivo, lo que se conoce como el agotamiento del inhibidor, y la posterior formación de una especie de ‘masa semilíquida’ de refrigerante y fugas en la bomba de agua.

Haga lo que haga, cuando purgue y cambie el refrigerante o cambie la bomba de agua, asegúrese de usar siempre una fórmula química de refrigerante que cumpla con las especificaciones OE. El sello de la bomba está diseñado para trabajar únicamente con esta fórmula química.