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Las 8 razones principales por las cuales las mangueras de los radiadores presentan fugas

Las mangueras de refrigeración cumplen con una dura tarea: mueven las sustancias químicas bajo presión y grandes cantidades de calor, lo que hace que sean más propensas a fallar. Pero, ¿qué es lo que causa que las mangueras de refrigeración presentes fugas? Estos son los principales motivos que hemos identificado en las mangueras de los sistemas de refrigeración actuales.

1. ABRASIÓN

Problema: Esta manguera ha rozado constantemente con un componente del compartimento del motor y eso la ha llevado a presentar una fuga, que muy pronto acabará causando una avería y, muy posiblemente, el recalentamiento del vehículo.
Solución: Reemplace la manguera y las abrazaderas, y verifique que los manguitos resistentes a la abrasión o los retenedores de la manguera estén en el lugar debido para evitar que la manguera roce.

2. ATAQUE DE ÓXIDO

Problema: Aunque suene como una auténtica película de terror, únicamente se trata de que la abrazadera está mal situada con relación al cordón del cuello de la manguera. Eso provoca abombamiento o protuberancias en la manguera. La abrazadera debería estar lo más cerca posible del cordón. Cuando, en lugar de eso, la abrazadera se aleja del cordón, acaba formando un vacío que se llena de aditivos de refrigerante y óxido procedentes del sistema de refrigeración, lo que a su vez causará una fuga o daños en el cuello de la manguera.
Solución: Reemplace la manguera y la abrazadera, y verifique que los manguitos resistentes a la abrasión o los retenedores de la manguera estén debidamente situados para evitar que la manguera roce.

3. SUSTITUCIÓN INCORRECTA DE LA ABRAZADERA

Problema: Aunque Dayco no recomienda extraer y volver a instalar una manguera usada, a veces sucede. La abrazadera de resorte debería estar siempre situada en las ranuras de la instalación previa. De lo contrario, y por norma general, acabará generando fugas.
Solución: Reemplace la manguera y las abrazaderas.

4. CONTAMINACIÓN

Problema: La contaminación suele causarla el aceite o la grasa que entran en contacto con la manguera, lo que suele acabar provocando que la manguera se abombe y acabe fallando.
Solución: Repare el origen de la fuga de aceite, y reemplace la manguera y la abrazadera.

5. MANGUERA HINCHADA

Problema: Este es un clásico ejemplo de una manguera dañada por los contaminantes. Aquí puede apreciarse como la manguera se ha hinchado y está muy cerca de fallar por completo.
Solución: Repare el origen de la contaminación, y reemplace la manguera y las abrazaderas.

6. CONTAMINACIÓN DE REFRIGERANTE

Problema: Los refrigerantes modernos pueden durar mucho tiempo. Dicho eso, igualmente necesitarán purgarse y cambiarse siguiendo las especificaciones de refrigerantes OE. No seguir las recomendaciones de mantenimiento apropiadas causará que el refrigerante pierda sus aditivos y que se cree óxido en el sistema. Esto podrá generar daños graves en las mangueras que van de dentro a fuera del sistema y fallos en la bomba de agua.
Solución: Siga los intervalos OE de cambio/purga de refrigerante y utilice un refrigerante aprobado en las especificaciones OE.

7. ABRAZADERAS OXIDADAS

Problema: En muchos estados se utiliza sal para fundir el hielo que se crea en calles y carreteras en invierno. Rápidamente, estas sales pueden generar óxido en las abrazaderas de algunas mangueras. Si las abrazaderas muestran signos de oxidación, deberá reemplazarlas antes de que fallen.
Solución: Cambie las abrazaderas de las mangueras por abrazaderas nuevas de máxima calidad.

8. INSTALACIÓN INADECUADA

Problema: Esta manguera está estrangulada porque no se cortó a la longitud correcta y no se instaló debidamente. Una manguera estrangulada puede restringir el flujo del refrigerante. El circuito de refrigerante es importante porque permite que el refrigerante fluya debidamente cuando el termostato está cerrado al arrancar en frío.
Solución: Compare la nueva manguera con la antigua y córtela a la medida adecuada.

Si está tratando con una manguera que no presenta ninguna de las imperfecciones arriba detalladas, comprima la manguera entre el pulgar y los demás dedos de la mano. Al hacerlo, la manguera deberá mostrarse flexible pero sin estar blanda ni pastosa. Si nota que está dura o quebradiza, será signo de degradación y de que, por tanto, debe cambiarse.

Las mangueras de los radiadores deben inspeccionarse cada vez que se cambia el aceite y se recomienda cambiarlas cada 100 000 millas (160 000 km), que es cuando suele cambiarse el refrigerante en la mayoría de vehículos actuales.